Comenzando por la bella, tranquila y, en apariencia, inofensiva playa de Omaha Beach, la última etapa en nuestro recorrido por la zona del desembarco debe ser reportada de manera especial. Fue en este lugar donde los soldados estadounidenses fueron recibidos por un complejo sistema de 'casamatas', 'nidos de ametralladora', bunkers y trincheras naturales que estuvieron a punto de hacer que, al menos en esta playa, el desembarco sufriera un descalabro, lo que hubiese comprometido a las demás unidades que llegaron a las otras cuatro playas.
Fueron aproximadamente 3.500 los soldados caídos mientras trataban de ganar la playa y ponerse a salvo de los alemanes que les disparaban desde los riscos que defienden esta zona. Toda una carnicería que quedó bien plasmada en las polémicas primeras escenas de Rescatando al Soldado Ryan. Miles de vidas que quedaron en suspenso entre las frías aguas del Canal de la Mancha y las playas del continente en el que pretendían afianzarse para seguir luchando.
Sin embargo, tanto esfuerzo y tantas muertes no quisieron ser pasadas por alto ni por los franceses ni por los norteamericanos, razón por la cual se le concedió el control a los Estados Unidos sobre un área cercana a la playa (una de las explanadas desde las que les llovieron las balas que acabaron con muchos de sus hombres), para que construyera allí y administrara un cementerio, el cual es su segundo cementerio militar más grande, después del famoso Cementerio Militar de Arlington en Virginia (EEUU). Un espacio dedicado a la memoria de cada uno de los hombres y mujeres que murieron al momento del desembarco y en los días posteriores, mientras las tropas consolidaban sus posiciones y se preparaban para continuar hacia París y el resto de la Francia ocupada.
Si hay algo que sea importante resaltar del museo que construyeron en honor a los caídos, es que gira en torno a sus historias, sus conquistas (pequeñas y grandes), sus acciones de vida, de guerra y de muerte. No son los generales y políticos hablando de la victoria y mencionando a los efectivos muertos, heridos y desaparecidos como cifras anexas. Son todos. Enfermeros, soldados, músicos, sacerdotes, pastores, pilotos, marineros, oficiales y miembros de la resistencia son exaltados, puestos en relieve, sacados del conjunto... a cada uno se le concede su minuto de gloria.
Una puesta en escena dura y dramática, pero que cumple con una de las máximas que inspira a los combatientes al momento de entrar en acción... dejarle en claro al mundo (o a sus conciencias), que desafiaron la muerte en pos de una causa digna.
Saliendo del museo (donde es posible quedarse un día entero... ya regresaré en otra oportunidad), está el memorial conformado por una escultura en bronce rodeada de una construcción en la que se ubicaron los nombres de cada uno de los caídos, algunos mapas en los que se ve el desarrollo de la batalla el día del desembarco y la continuación de las maniobras los días posteriores a éste, así como frases alusivas a la gloria de los caídos y la promesa (repetida mil veces y grabada en todos los muros) de no olvidarlos.
Es imposible permanecer indiferente ante tanto despliegue. La guerra es y ha sido dura siempre, trayendo consigo el hambre, la desolación y la muerte. Millones de hombres y mujeres han caído en el marco de conflictos bélicos declarados y no declarados, en los que cada uno de los que muere, queda herido o mutilado para siempre, no puede ser visto como una simple cifra. Se trata de un individuo al que le cambió para siempre su vida (en el caso que ésta continúe), llevando por el resto de su existencia huellas imborrables (así no sean visibles).
Europa vivió dos guerras de dimensiones nunca antes vistas y se prometió nunca más pasar por esa dura prueba, dejando como testigo de esa barbarie, hectáreas y hectáreas de tierras sembradas de cruces... de cuerpos. ¿Cuántas hectáreas pretendemos llenar nosotros antes de darnos cuenta del conflicto que se vive en Colombia? ¿Cuántas antes de que nos pongamos de acuerdo para finalizarlo y no continuar repitiendolo por los años de los años?
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