miércoles, 26 de enero de 2011

Comenzando una nueva vida en Sevilla

 Es increíble ver cómo pasa el tiempo de rápido cuando se está lejos, mucho más cuando se tiene la oportunidad de atravesar contextos tan diversos en medio de un placentero trasegar. Ya hace casi mes y medio que estoy por estos lares y son más de 6.500 k.m. de recorrido los que hicimos por este bello continente gracias al apoyo de Lucette y la colaboración del carrito que se portó como uno más del equipo en toda la travesía. De nuevo y, al menos parcialmente, radicado en Sevilla, ha llegado la hora de ponerme juicioso a estudiar.


Sevilla es una ciudad mágica que nos ha recibido de la mejor manera. Somos alrededor de 20 personas las que cursamos el máster, teniendo la ventaja de ser de múltiples nacionalidades, lo que hace de cada espacio académico o no académico, una oportunidad de lujo para aprender y compartir. El grupo es bastante unido y cada vez vamos encontrando más excusas para integrarnos y construir ésta, nuestra nueva vida, y el ambiente que nos acompañará por los próximos meses.


Una de las más felices coincidencias de esta nueva experiencia, es contar con la compañía de un buen amigo también antioqueño y que procede del mismo grupo de investigación del que hago parte en la Universidad de Antioquia. Lucho fue nuestro fiel escudero en cada uno de los viajes que hicimos Lucette y yo durante la primera semana de clases, de los que ya tendré la oportunidad de escribirles.

Por lo pronto quería reportarme sin novedad, ya listo para continuar con mis estudios y comenzando a recuperar los hábitos de estudio... sin dejar de planear nuevas excusas para conocer este bello continente que nos ofrece oportunidades mágicas y pomposas, como ir a almorzar a Portugal y disfrutar de la caída del sol en sus playas, para regresar luego sin remordimientos a dormir en nuestra bella ciudad sede. Un nuevo mundo a la inversa, el cual espero poder descubrir poco a poco. 

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