A veces cuando se está en medio de estas experiencias en que el mundo parece pasar a un segundo plano y llega a olvidársenos que se perdió la plata de la pasada emergencia invernal en Colombia y que la que llegó después, dice que se va, pero no cumple su palabra; que la crisis en España se agrava, mientras los partidos tradicionales parecen jugando al gato y al ratón; o que se anuncia con bombos y platillos que la crisis en Libia se solucionará en cuestión de días o semanas... como si no fuera el tiempo desde hace siglos un conjunto consecutivo de días y semanas que escapan a todo control.
A veces pareces meterte (en este caso literalmente) bajo tierra y te escapas de la cotidianidad familiar y al regresar te enteras que tus 'primas chiquitas' se casan o que 'los bebés' ya están en la Universidad, sin contar a unos y otros que viajan y cambian de roles.
A veces te pierdes del mundo y parece que nada pasara. Que todo continuara intacto y con una simple mirada a los periódicos del día y una necesaria convesación por el skype se pone de nuevo en orden tu link con tu vida y tu entorno... a veces, a veces.
Hoy regresó al mundo real después de un maravilloso fin de semana en el que tan sólo me enteré de los cinco minutos finales del partido de la hoy gloriosa selección Colombia y su triunfo contra Bolivia, pero me doy de frente con la noticia del asesinato de Facundo Cabral... uno de aquellos seres que uno ya espera ver en las noticias y de quienes se lamentará eternamente su natural partida, pero que lejos estaba de poder ubicar en el blanco de las balas que tantas veces esquivó con su guitarra.
Muere abaleado Facundo Cabral y nos deja sus canciones que ahora parecen más vigentes que nunca. Muere un símbolo de una generación que claramente no es la mía, pero a la cual admiro y respeto.
Dejaré que sea el propio Facundo el que salude y se despida antes de marcharse para el otro mundo al que ya pertenecía al no reconocerse como ciudadano exclusivo de ninguna nacionalidad. Dejaré que sea la contundente caricatura de París publicada en El Colombiano la que ilustre esta entrada que nunca quise escribir.
Facundo Cabral... sus palabras y su legado:
http://www.youtube.com/watch?v=xD3G6eM3tPI
http://www.youtube.com/watch?v=xD3G6eM3tPI
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